
Cuál es el problema de ser una mariposa?
Hay asuntos que, por protocolo, conviene no tocar. Pero me gustaría que sepas lo incómodo que hacés sentir al resto con tu presencia. Y cuando digo "presencia" me refiero a existencia. Y necesito decirte, aún a costa de no ser entendido, lo diferentes que son estas palabras a las anteriores. Es que sólo el arte y el amor (aunque a veces sean lo mismo) son mis únicos refugios para no desesperarme ante la plástica miseria de un conjunto de reacciones químicas podridas que dicen ser sentimientos. Este texto sos vos. Es, modesta y humildemente, arte. Es amor. Es refugio. Es agradecerte por haber hecho que me de cuenta del ultraje, del engaño que es muchas veces la vida. Desprecio la idea de ser una marioneta.
El problema no es que no nos dejen volar, es que mueven todo el resto para disimular nuestro vuelo.
Al fin y al cabo, la vida es un juego con reglas que nunca aceptamos. Pero me alegra la idea de no ser una gallina golpéandose constantemente contra la pared de vidrio. Me gusta poder alejarme un metro, sentarme, reirme y saber que no la puedo pasar.
No me importa caer si siento el aire pasar por mis alas agujereadas.
1 comentario:
Como siempre, me encanta lo que escribis, y más a mi, que me siento tanto una mariposa, con las alas augeriadas, y por todas partes marcadas, pero aun asi, llena de colores y de fuerza, por volar, pero mirando de frente las cosas... aprendiendo de mi vuelo.. y del tuyo
Publicar un comentario